8
de febrero de 2017, es carnaval, hoy visitaremos un atractivo turístico de la
provincia de Manabí, El Salto Del Armadillo.
Partimos
de Santo Domingo, el centro del país, llegamos a El Carmen a las 10H00 y nos
disponemos a desayunar en “Mari Tere”, 30 años de trayectoria con platos
típicos de la zona, han marcado un prestigio entre propios extraños a la hora
de servirse un buen desayuno preparado al momento.
30
minutos después, partimos a destino, mientras degustábamos un arroz perico
escuchamos un nombre, balneario de cajones, los habitantes de la zona nos
comentaban que es uno de los balnearios con mayor acogida de público debido a
la cercanía, tiene una aceptación similar a la del balneario san Felipe, ambos,
tienen sus instalaciones rodeadas por el mismo caudal, el Río Cajones, pero
están ubicados muy distantemente.
La
tradición continúa, mientras pasamos un sin número de muros en la AV. La
Esperanza observamos varios grupos de niños y jóvenes jugando con el agua,
“esto me recuerda mi infancia”, asienta José, el copiloto, llegamos al asfalto
y ahora sí, rumbo a La Manga Del Cura por la vía a la Bramadora.
“La
Puerta De Oro De Manabí”, está rodeado de plataneras interminables, en todo el
camino lo que abunda es el plátano principalmente barraganete, luego de que la
fiebre aftosa afectará el país, El Carmen se convirtió en un sector netamente
platanero, también hay cacaoteras y sembríos de pimienta, pero lo que abunda es
el “Oro Verde”.
Llegamos
a la Y que separa la vía a Río de Oro y Bramadora, interrogamos a un campesino
montado en una acémila por un sitio donde poder almorzar, “al bajar la loma,
donde Rosita”, efectivamente en medio de las plataneras mezcladas con una
arbolada ladera sobresalía un río, Pupusá, junto a el, una casa de caña y cade
con dos mesas y un horno de leña, ahí nos servimos un exquisito caldo de
gallina criolla con jugo de naranja, ¡¡¡delicioso!!!
13H00,
estamos retrasados, pero como no degustar el plato más tradicional de la cocina
manabita, estamos a 1 hora de trayecto, el paisaje nos ha detenido un poco, con
las carreteras recién pavimentadas gracias al conflicto territorial lo normal
es demorar 2 horas hasta la cascada, “y pensar que todo esto era lleno de
piedras, jaja”, manifiesta José recordando la consulta popular realizada el año
anterior para definir a quién le pertenecía la zona no delimitada.
Se
terminó el asfalto, un letreo renovado nos indica que a 100 metros más está
nuestro destino y la cantidad de vehículos parqueados al costado lo concretan,
“que les costaba pavimentar este pedacito también”, parqueamos la camioneta y
disfrutamos, 10 metros de caída y 30 metros de amplitud causan una admiración
incomparable.
El
Salto Del Armadillo recibe centenares de turistas cada feriado o fin de semana,
es una de las cascadas más prominentes de la costa y la más alta en Manabí, su
belleza es única, todo es natural, es impresionante como en medio de laderas
abruptas, bosques aún vírgenes y una vida silvestre aún por descubrir, exista
una majestuosidad como esta, la belleza de la cascada es única, lo mejor de
todo, en la parte baja se ha formado “una playita” donde se puede acampar
tranquilamente para disfrutar con la familia.
Hace
poco, los visitantes que llegaban eran escasos, todo cambió a raíz de las
campañas políticas volcadas hacia La Manga Del Cura por la lucha de llevarse el
territorio para su provincia entre Guayas y Manabí, el pueblo decidió, se
quedaron como manabitas y ahora, gracias a la implementación de carreteras
ampliadas y asfaltadas, la economía ha mejorado, “si tan solo la política se
uniera siempre y no solo cuando hay conflicto”.
En
definitiva, es un lugar que vale la pena visitar y si a todo esto le sumamos la
exquisita gastronomía que nos brinda el cantón podemos concluir que la experiencia
estará completa.