Es sorprendente como la tecnología se ha apoderado del tiempo de los seres humanos, es noche buena, estamos dentro de una capilla católica y el cuadro es el de una casa común y corriente.
"la tecnología no es buena ni mala, depende del uso que se le dé", anunció en su momento Marshal McLuhan al darse cuenta que el ser humano se volvía consumidor de la inmediatez.
"recuerdo cuando mis hijos se divertían con los primos, ahora solo pasan en el celular", expresó apenado Víctor Loor al ver como dos de sus tres hijos están chateando en lugar de jugar o compartir con sus familiares.
Minutos antes de iniciar las alabanzas al niño Jesús dejaron por unos minutos el celular, "como todos los años vamos a iniciar con el sorteo de los padrinos", enfatizó Milton Loor para llamar la atención de quienes seguían en el celular.
La noche cada vez cambia más, el celular es lo que más llama la atención y los toma corrientes de la casa están saturados de cargadores, "la cena ya no se comparte como antes, mejor me retiro a dormir", manifestó con el rostro entristecido la abuela y dueña de la casa Ángela Loor.