Este problema afecta al 1.1% de la
población, pero esta cifra se incrementa en Navidad y sobre todo involucra a
los hombres de entre 19 y 28 años.
La
intoxicación alcohólica es el trastorno orgánico más común inducido por el
alcohol, y la intoxicación aguda es más frecuente en época de Navidad, debido a
la mayor accesibilidad, publicidad de las bebidas alcohólicas y a la necesidad
imperante del dominicano de compartir estas celebraciones con familiares y
amigos.
La
intoxicación alcohólica afecta al 1.1% de la población, pero esta cifra se
incrementa en Navidad y sobre todo involucra a los hombres entre 19 y 28 años.
Este
trastorno se produce cuando el consumo de bebidas alcohólicas es brusco y la
cantidad supera la tolerancia individual de cada persona. Dependiendo de la
cantidad de alcohol que se ingiera, los síntomas pueden variar desde euforia y
desinhibición hasta coma, depresión respiratoria y muerte. Tras el consumo
gradual de alcohol, la persona puede presentar lenguaje farfullante,
incoordinación, marcha inestable, visión doble, deterioro de la atención o la
memoria y pérdida del autocontrol.
La
intoxicación por alcohol puede afectar diversos órganos del cuerpo, como el
cerebro, el hígado, el riñón, el estómago, la piel, el corazón, los pulmones y,
en el embarazo, al feto, y producir retardo del crecimiento y malformaciones de
órganos. El mayor daño se produce en el sistema nervioso central del feto, en
el que puede aparecer retraso mental.
Las
grandes ingestas de alcohol afectan en gran manera la estima de las personas y
pueden desencadenar ansiedad extrema, conducta inapropiada, descuido personal,
depresión y suicidio. Además son la causa de la mayoría de traumatismos por
accidentes de tránsito que asistimos diariamente en las emergencias y cuyas
consecuencias repercuten sobre víctimas inocentes y sus familiares.
PARA PREVENIR EN ESTA ÉPOCA
Adoptemos
el verdadero sentido de la Navidad en nuestras vidas: es el mayor consejo que
puedo ofrecer. Que el tiempo de Navidad nos haga tomar conciencia y reflexionar
de hasta dónde puede la persona mesurarse, tener control de su vida y actuar
con moderación y prudencia, pensando que este es tiempo para compartir, pero
también es un tiempo de recogimiento, y que nos esforcemos por posicionar a
Dios en el primer lugar de nuestras vidas y así podamos esperar con alegría, paz
y prudencia el legado de Jesucristo en nuestros corazones y aportemos con
nuestro comportamiento un granito de arena para transformar nuestra sociedad.
Nota tomada de: LISTIN DIARIO de República Dominicana: https://www.listindiario.com/la-vida/2013/12/09/302660/mas-casos-de-intoxicacion-alcoholica-en-la-navidad