Domingo
17 de diciembre de 2017, hoy, narraré mi primera final de campeonato
ecuatoriano de fútbol, salto de mi cama muy temprano por la mañana, estoy ansioso,
pocas personas tienen la oportunidad que tengo hoy al ser parte de la historia
sin importar el resultado.
A
las 08H00 llegué al estadio, mi padre, el director deportivo de la radio para
la que voy a narrar hoy y el comentarista estelar, me llama para informarme que
el viaje se retrasó debido a una falla mecánica y por eso llegarán más tarde de
lo acordado.
El
partido es a las 12H00, Emelec tiene una ventaja de 2 goles por haber derrotado
4 x 2 a Delfín quien, como club, también es debutante en una final de
campeonato ecuatoriano de fútbol.
Al
ingresar al escenario deportivo puedo observar que las zonas de prensa están
delimitadas de manera aceptable, el estadio Jocay está incompleto debido al
terremoto del 16A del 2016, la preferencia fue derrumbada y apenas se pudo habilitar
el palco sobre la tribuna hace pocos días.
Mi
padre y el equipo de la radio llegó a las 10H00 a la ciudad e inmediatamente se
comunicaron conmigo para poder entregarles la credencial que los habilitara
para ingresar, como yo vivo en la ciudad de Manta me autorizaron para
retirarlas el día anterior.
En
la zona designada para Radio Horizonte se encontraba Erika Mera, compañera de
la universidad que hoy nos ayudará con las estadísticas y la publicidad durante
la transmisión, se la presento a mi padre y enseguida procedemos a instalar los
equipos.
Para
las 10H30 estábamos listos y probamos una salida al aire a través de la 94.9 FM
para El Carmen y la región, era la primera transmisión que hacíamos para este
medio, antes trabajamos para la colega Radio Satélite, pero nada en la vida es
para siempre.
Mi
padre me pregunta por mis nervios, “es mi primera final como relator, usted que
cree”, respondo con una sonrisa antes de llamar de manera oficial para
quedarnos de largo con el trabajo directamente desde el puerto principal de la
provincia de Manabí.
Comenzamos
la transmisión a las 10H45 como se había acordado previamente, aprovechando las
redes sociales tomo un “selfie” con mi celular y la comparto en los estados de WhatsApp,
muy famosos actualmente, “empezaste con la farándula”, argumenta a manera de
broma Erika.
“Muy
buenos días amigos oyentes, hoy desde Manta, en vivo y en directo, les
llevaremos a ustedes la segunda y definitoria final del campeonato ecuatoriano
de fútbol”, saludo con la confianza que me da trabajar junto a mi padre, jamás
olvidare el día que me llevó al Estadio Olímpico de Santo Domingo a disfrutar
de un partido entre Espoli y Emelec con resultado favorable a la visita 2 x 0.
Por
trayectoria y por un sorteo previo, yo comenzaré los primeros 15 minutos del
compromiso, estamos dos narradores y Otto Párraga será el relator principal del
partido, tiene más años que yo en este oficio, así que no hay problema con eso.
“Delfín
ha comenzado bien, solo falta el gol”, argumento antes de pasar la posta al
relator principal, los primeros 15 minutos fueron de ida y vuelta, “ojalá el
partido continúe así”, comparto con Erika de manera personal.
El
marcador no se movió y ya me tocaba narrar los últimos 15 minutos del primer
tiempo, Jacob Murillo no pudo empujar el esférico dentro del arco de Esteban
Dreer luego de un fenomenal pase de Roberto “La Tuka” Ordoñez dentro del área, “el
que no lo hace lo ve hacer, cuidado y se adelante el cuadro del bombillo”,
parloteo minutos antes de la primera conquista “eléctrica”.
“Cuidado
que aquí puede estar la primera, toma carrera Fernando Luna, balón al corazón
del área, cabezazo gol, goooooooooooooooooooooooooooooooooooolllllllllllll, de
Emelec”, grito eufóricamente el gol que marcó Ayrton Preciado, al minuto 44, aprovechando
la desconcentración de la zaga “Cetácea”.
El
primer tiempo llegó a su final y Emelec ya tiene una ventaja de 3 goles, parece
que se llevará su campeonato 14, el cuarto que consigue en la provincia, el
tercero en la ciudad de Manta.
Luego
de los 15 reglamentarios de descanso y un comentario opaco de mi padre, como
manabita quiere que el campeón sea Delfín, los equipos retornan al rectángulo
de juego y Omar Ponce, arbitro central, da inicio a los segundos 45 minutos de
la final, “viene, la voz peso pesado de El Carmen, Otito Párraga al relato”,
presento a mi compañero mientras regreso a mi asiento.
El
partido entró en un bache, ninguno de los equipos se hacían daño, Emelec le
entregó la pelota a Delfín, pero este, no encontró la fórmula de hacerla llegar
al área contraria de manera convincente, el marcador no se movió y nuevamente
retomé el relato.
“La
pelota la domina Luna, cuidado que se la entregó a un contrario, Matamoros
juega rápidamente con el “cuco”, Angulo, le hizo la vaselina a Chancellor, tiene la
segunda, ¡le pegó!, goooooooooooooooooooooooooolllllllllllllllllllllllllll
miiiiiiiiiiiiiiilloooooooonaaaaariiooooooooooooo”, clamé con alma vida y
corazón el segundo gol de Emelec, esta vez, quedaba sentenciado el nuevo
monarca del campeonato, era muy complicado que Delfín anotase 4 goles cuando el
tiempo estaba en 19 minutos de la etapa de complemento.
“Emelec
es nuevamente campeón del fútbol ecuatoriano”, asegura mi padre con la mirada
triste y llena de impotencia, “es difícil aceptarlo, pero dudo que un equipo de
la provincia llegue nuevamente a estas instancias, al menos no pronto”,
complementó un tanto enojado.
La
última parte del partido me dedique a observar, el compromiso era más un
entrenamiento que una final de campeonato, todo indicaba que Delfín se había
resignado a obtener el vice campeonato, “no debemos reclamarle nada a estos
guerreros, quedará marcado en la historia, hasta este año, no habíamos tenido participación
en copa Libertadores de América y no teníamos si quiera, un vice campeonato, yo
me quedo contento”, expuse en un comentario antes de que finalizara el
compromiso.
“Como
manabita quería que el poderoso del puerto lograra su primer campeonato, más
allá del resultado me voy contento del estadio, no solo por tener la
oportunidad de relatar una final, sino, por compartir este momento con mi
padre, Orlando Mendoza, gracias, estoy seguro que no será la última”, me
despido de la transmisión aún emocionado, tener la suerte de compartir
micrófono con mi padre, quizás para muchas personas no sea lo más idóneo, pero
para mí, es algo inexplicable que me congratula sobremanera.
No
me importó la premiación, la transmisión, por la distancia que tenían que
recorrer de retorno, termino minutos después de haber finalizado la final,
salimos del escenario deportivo y compartimos un almuerzo a las afueras del
estadio, no se lo dije, pero estoy muy feliz de haber estado nuevamente en una
transmisión junto a la persona que me ha apoyado en todos los proyectos que he
tenido, mi padre.